En casa, siempre me pareció que la
diferencia entre el llamado ¡A comer! y ¡A la mesa! era abismal.
Empezando por la espectativa que genera en los que escuchan el llamado.
Con el primero, uno se predispone a ver qué hay de comer y a cumplir la
orden de hacerlo y el otro es más bien una invitación a un lugar, un
momento de encuentro.
De esta noción nacieron las ganas de diseñar y mandar a hacer estos "posavasos mensajeros" para que por cada generosidad traída a la mesa nos llevemos un lindo deseo!
Cómo les conté antes, estos caprichos
vienen vestidos de gala! Son una edición limitada confeccionados en pulpa de algodón y con un perfume a
delicadeza que sólo las chicas de Mil Letterpress logran impregnar en
sus trabajos.
Aquí pueden conocer más de sus características y pedirlos antes que se vayan de fiesta a otro lado!
Ustedes qué cosas usan para distintas ocasiones? Me encantaría conocer más gente que comparta este gusto por la mesa! Pueden dejar un comentario o escribirme aquí contandome sus trucos e ideas! ;)
Celebremos más amigos!
Cheers!
Cheers!
Agus
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